22 enero 2007

No soy adicto a la nicotina

Muchas noches me quedo en silencio mirando hacia el cielo y me hago preguntas. Preguntas a las que no me gusta responder. Permanezco en píe, junto a la barandilla de la terraza, tratando de ignorarlas, de aplazar una vez más sus respuestas, hasta que siento el frío de la noche recorrer todo mi cuerpo. Es entonces cuando enciendo un cigarrillo y dejo volar las preguntas junto al humo que escapa de mis labios. Por esto me cuesta tanto dejar el tabaco. No soy adicto a la nicotina. Soy adicto al silencio de una parte de mí ser.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

¡qué buen post, Capitán! y además qué buen recurso. Soy una fumadora empedernida luego concluyo que mis silencios deben ser importantes. Me gusta que me abran los ojos. Tú lo has hecho pero no sé si esto será contagioso (o al menos creíble).
un saludo

Javier Luján dijo...

Jaja, Vailima, cultivemos nuestros silencios como filtros de los pensamientos.
Gracias por tu visita y tu comentario.

Bz dijo...

vaya, un cigarrillo ayuda a despejar tanto ruido de la cabeza, seguro que sí, los silencios por supuesto son importantes y a veces dicen mucho, mucho más

Mar dijo...

uffffffff Capitán capitán,.... y yo que dejé de fumar.. A lo mejor por eso mis pensamientos y mis preguntas siempre tienen respuesta...las peores.

Muchos besitos.

Mar.

Javier Luján dijo...

bz: un cigarrillo ayuda a cualquier cosa, hasta a morirte un poco.
Mar: No hay que dejar los vicios, nos ayudan a mantenernos ignorantes.
Gracias a las dos por vuestros comentarios.

Ana Durá Gómez dijo...

A la nicotina nunca hay que serlo, hay que ser adicto a las preguntas...

Da gusto hacérselas así.

Muchas gracias por tu visita

Javier Luján dijo...

Sí, aunque luego no te guste responderlas, algo queda.
Igual te digo: Gracias por tu visita.

Anónimo dijo...

Tenemos muchas adicciones, aunque somos felices cuando ignoramos nuestra dependencia.
Los silencios los considero necesarios, vitales igual que las preguntas sin respuesta.
En los silencios cabe todo, esperanza o certeza.
En los silencios habitan los sueños.

Saludos.

Javier Luján dijo...

Me gusta tu visión de los silencios, mdm. Un saludo y gracias por darte una vuelta por aquí.

~Ocean Soul~ dijo...

Que placer es darse el gusto a fumarse un cigarro mientras piensas en tus cosas y ordenas un poco el cerebro acompañado del silencio absoluto o oyendo las olas del mar de fondo :)

~~Besos Oceanicos~~

Javier Luján dijo...

Sí, Ocean Soul, aunque ahora esto del fumar esté muy mal visto, es un inmenso placer éste de enfrentarte a los interrogantes de la vida bien acompañado por ese cigarrillo, que se consume al mismo ritmo del tiempo, de la vida.
Un beso mediterráneo.

Anónimo dijo...

Capitán, depende de cuantos fumes...La adicción hace que nos creemos disculpas.

La nicotina es una droga, y rápida. La adicción surge enseguida.

Yo era una fumadora de más de dos cajetillas, lo dejé este verano.

Un beso.

Javier Luján dijo...

Fumo mucho, Sakkarah, tengo muchas preguntas rondándome por la cabeza.
Un beso y me alegro que dejaras el tabaco.

Anónimo dijo...

Capitán:
Vive usted en uno de los pocos lugares recurrentes de mi imaginación y de mi juventud, es decir, de mi vida. Un retiro al que se acude porque el Cabo de Gata es una expansión necesaria del espíritu.
Un lugar donde hasta el fumar no se siente como culpa, vicio o atentado a la propia salud.
Donde se fuma a gusto, hay magnetismo o armonía. Y fumar sirve también para conseguir esa armonía.
Saludos y a sus órdenes, capitán.
Bartleby.

Javier Luján dijo...

Pues si, bartleby, esto es una especie de lugar para el espíritu, pero procuramos que el cuerpo tampoco se quede muy anquilosado.
Un saludo y por aquí estoy. Pásate y nos tomamos unas cervezas.

Anónimo dijo...

Que forma tan única tienes de escribir.
Me ha encantado! ahora mismo te voy a enlazar en mi blog.
He de tenerte en mi lista..

Un abrazo

Peggy dijo...

el silencio produce esa sensacion de quietud que gusta , y ala que te acostumbras , buen blog , me llevo tu link:)

Vigo dijo...

Si a mí también me ha parecido excenlente. Me hubiera gustado escribirlo yo... Fumo desde hace años y sin embargo nunca he sido adicto, al menos lo creo así, fumo un dia casi un paquete entero, y luego me paso casi una semana sin fumar. Y así llevo años... Ahora eso sí... también soy adicto a ese silencio.

Javier Luján dijo...

eigual, peggy y vigo: Muchas gracias por vuestros comentarios,

Anónimo dijo...

Me veo reflejada en esa imagen tuya, desplomada en la baranda de mi balcón, inhalando el humo del desasosiego y espirándolo al poco con la parsimonia de la contemplación del cielo que parecía no existir antes de ensimismarme.
La diferencia es que yo no fumo mas que adicciones nuevas, como la de leerte. Felicidades.

Javier Luján dijo...

Bueno Yolanda, lo mejor es que las preguntas escapan como el humo, entre los labios.
Un beso y cuida tus adicciones.