Recorro nuevamente Lisboa a través del recuerdo que suscita en mí “El año de la muerte de Ricardo Reis”, de Saramago. Vuelvo, también, a este libro, convocado por toda una serie de diversas coincidencias, de las que no es el momento de hablar, y que me hacen pensar que no existe nada que no sea puro acaso, pura casualidad.
Paseo, con un volumen en portugués de los diarios de Miguel Torga en la mano, junto a Glôria por
Nos miramos y sonreímos mientras andamos y nos detenemos ante los escaparates en los que algo llama nuestra atención y preguntándonos, secretamente, que es eso que nos hace intentar conocernos, compartir esos instantes de una vida tan fugaz, donde nada perdura, ni siquiera el arte. Sí, había nacido entre los dos una especie de afecto difícil de catalogar. Ninguno de los dos erámos aún capaces de explicar porque pasábamos tanto tiempo juntos.
Vuelve a caer la lluvia sobre los adoquines de la acera. El ritmo de la ciudad se acelera de súbito entre el vuelo de las gaviotas que escapan del frío viento del río. Glôria coge mi mano, y dando un tirón de ella me invita a continuar hacia el restaurante. El cielo sigue ennegreciéndose, imponiendo una noche ficticia a esta hora tan temprana de la tarde.
Sentados en la mesa del restaurante, Glôria estudia las palmas de mis manos con gesto inquieto. Me mira a los ojos, para bajar de nuevo su vista a mis manos vueltas, que retiene suavemente con las suyas. El contacto de sus dedos sobre mi piel es ya una sensación conocida, un acto cotidiano que me acerca a un recuerdo, en mi caso, y a un ideal platónico, en el suyo.
- ¿Qué ves en las líneas de mi mano?
- Un destino en el que no creo.
- Me gusta.
19 comentarios:
¿Un preludio de amor?
Pudiera ser.
Un beso, capitán.
que buenos tus relatos capitan!!!resulta increible...con lo cafre que puedes llegar a ser!!! los leo en silencio, me acompañan y me reconfortan en estos dias tan chungos que estoy pasando, me cago en la puta!!!!
Sakkarah, no, era sólo un preludio de compañia. Un besito.
Vitin, ánimo. Escribiré, entonces, un relato para que te rías un poco, ¿no? ¿Ambietado, por ejemplo, en la peculiar "fauna" del parque sobrenatural? Quizá eso sería demasiado fuerte, je.
Un saludo, un año pasa volando.
He llegado por aquí, ese aroma a Lisboa me ha hecho parar y he de decirte que me ha gustado mucho lo que he visto y leído. Buenas noches...
Muy amable, calma. Bienvenida, a esta tu casa.
Hola Capitan:
Las disculpas del caso por usurpar tu cargo el ultimo fin de semana.
Muy buen post, al igual q los 2 anteriores.
El destino lo forja uno, ni los dioses intervienen, solo se deleitan en mirar.
Afortunadamente, Damián, no me gustaría que mi destino estuviera en manos de tan impredecibles seres.
Un saludo.
Gracias por el saludo. Te enlazo porque no quiero perderte de vista.
Besos
Las manos estan ahi . Asi que no las dejemos solas .
pessoa en mi blog
Iba de paseo, recordando las calles de Lisboa mientras leía...
El tacto es una sensación inolvidable.
M dan ganas de conocer la ciudad, visitar sus calles y por qué no, que me lean un futuro en el que nunca creeré.
Un saludo.
Casualidad, destino, aromas,...
Capitán, nos haces sentir participes de tus paisajes con todos los sentidos.
Saludos.
Descubro este interesantísimo blog, receptivo a su envolvente atmósfera melancólica y existencialista sutilmente quebrada por impagables escenas de locura familiar y pasiones desatadas. Felicidades.
Solo quería agradecerte un comentario que dejaste en mi blog hace unos cuantos días y de paso darte la enhorabuena por este blog que ahora descubro.
Muy interesate...
Volveré yo también a la lluvia, tu texto me hizo recordar esos versos de Vallejo que dicen:
"Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo".
breederss, pon la dirección de tu blog, la tenía en los marcadores pero se me han borrado todos. Y a tu perfil no se puede entrar para conectar con el blog.
Un saludo.
Valeria: Estoy de acuero contigo, el tacto puede ser una sensación inolvidable. Me gusta que recorras Lisboa por medio de este blog.
Eilen: Realmente merece la pena conocer Lisboa, es una ciudad que tenemos ahí al lado y sigue siendo una total desconocida. Te la recomiendo.
Argonauta: Muchas gracias, que mejor destino para alguien que escribe que llegar a los sentidos de sus cómplices, los lectores.
Castor: muchas gracias por tu punto de vista sartriano, desde luego que me interesa el existencalismo, su atmósfera.
Vigo: Muchas gracias por tu visita y por los versos de Vallejo.
Yo soy adicta a las dos cosas... al silencio y a la nicotina.
He estado leyéndote en estos últimos artículos y me ha gustado
Un saludo
Muchas gracias, Kasandra. He de reconocer que yo también soy un adicto a ambas cosas, pero, pschtttt, no se lo digas a nadie.
Un beso.
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