03 febrero 2007

Balthus. 1933.

Balthus
En una sórdida habitación del centro de Berlín Balthus observa como Alice peina sus cabellos antes de marcharse de allí para siempre. Aunque Alice es demasiado consciente que siempre es una palabra difícil de mantener. Balthus tiene las dos manos metidas en los bolsillos del pantalón, que se acaba de poner tras levantarse, definitivamente, de la cama ahora vacía. De su boca sobresale un cigarrillo a medio consumir. Delante de él está la cubitera de hielo con la botella de champagne, enfriándosé dentro de ella. Alarga sus manos hacia la botella. Gira la muñeca y el tapón estalla en un seco sonido. La espuma corre por el cuello de la botella. Llena las dos copas que están al otro lado de la mesa. Después se acerca con una de ellas hasta Alice, diciéndola. -Ten, Alice, bebamos al menos una última copa juntos.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación que relatas me ha llevado sin remision a pensar en Bukowski, lo que en vez de champagne éste brindaría con cerveza. Me gustan esos ambientes torridos de humo, alcohol e incognitas. Me gusta el retrato de Balthus, mucho.
Besos

Valeria dijo...

Deberíamos usar menos (yo también)
las palabras rotundas... NUNCA, TODO, JAMÁS, SIEMPRE...

Me gustaría escuchar la conversación durante esa última copa....

Un saludo, Capitán

Anónimo dijo...

He estado mirando su obra, y me encanta. Siempre están los gatos en ella.

Un beso, capitán.

http://www.anarkasis.com/eroticon/1934_balthus/balthus/1937_2.jpg

Javier Luján dijo...

Calma: Bukowski miraba dentro de él y expresaba con su propio lenguaje lo que veía. Estoy seguro que no le hubiera hecho ningún asco al Champagne. Desde luego, Balthus es un gran pintor, uno de mis preferidos.
Un beso, Calma.

Javier Luján dijo...

Valeria: estoy de acuerdo contigo, pretendemos ser demasiado rotundos con nuestras intenciones y éstas pueden cambiar de la noche a la mañana.
Un saludo.

Javier Luján dijo...

Sí, Sakkarah, gatos, cuchillos, espejos, niñas, mujeres... Un mundo enigmático.
Un besito.

LOLA GRACIA dijo...

Me gusta ese breve momento, el descorchar del champán. La intimidad que se desprende del relato, sencllo y bien conseguido

Javier Luján dijo...

Muchas gracias Lola, es lo que me inspiraba esa imagen, ese mundo enigmático de Balthus. No sería muy cortés con él, el que yo me extendiera más.
Un beso.

Anónimo dijo...

Un saludo :)

http://odeo.com/audio/7984183/view

Javier Luján dijo...

Sí, Kasandra, feliz coincidencia la nuestra. Por cierto, mi post gana mucho en tu voz. Me ha encantado oírla.
Un beso.
P.D.
No participo en el premio 20blogs.

Javier Luján dijo...

Lo de la cita con la pianista suena bastante bien. Un beso, Kasandra.