18 febrero 2007

Paseo por la playa

El mar está tranquilo, con una extraña quietud que refleja la luminosa liviandad de este sol de febrero. Camino al azar, sin importarme donde acabaré. Es una sensación extraña andar con unas gruesas botas sobre la arena, hundiéndome en ella, profundamente, como me gustaría sumirme en ti. Continúo caminando hacia levante, buscando recibir el sol de frente, mezclado con la fresca brisa de esta mañana de domingo. Todo está desierto. No hay nadie más sobre la playa. Únicamente un perro que juguetea a lo lejos, al borde del agua. Él no necesita a nadie para sentirse feliz. Le envidio.

13:30h. El sol choca contra el muro de la casa, inundando de calor el porche donde estoy sentado. Me alegro que hoy sea un día lleno de luz. La tristeza podría llegar fácilmente. Esa tristeza llena de recuerdos, de opresora angustia.

Tampoco estoy alegre. Es una especie de indiferencia bastante grata, apetecible. Seguramente acabaré borracho con este vino barato. Me da igual.

He empezado a escribir una historia que nunca debió de nacer, ni sobre el papel ni en la vida. Me he propuesto ser totalmente sincero con mi pasado y con mi presente. Me asusta la idea, es como si existiera una especie de niebla en mi mente, rodeándola, impidiéndome atrapar el ritmo de las frases. Tal vez deseen escapar, no hurgar más en los recuerdos.

15:25h. Una vez soñé que quería ser alguien, desperté al poco rato con un sudor frío y una fuerte palpitación en el corazón. Ser alguien era mucho peor que no ser nadie. Es tan desagradable tener que justificar los actos, los propios pensamientos, responder ante unas espectativas ajenas a uno mismo. Y hay que amar y decir que se ama, con una sonrisa dibujada en los labios. El secreto está en no ser nadie, en no querer ser nadie.

16:38h. El 99% de los antiguos bebedores que no han probado una sola gota de alcohol en cinco años dejan de beber definitivamente, el uno por ciento restante se toman unas copas para celebrar tanto esfuerzo inútil. En el fondo, la vida sigue siendo igual de absurda con alcohol o sin él.

¿Quiero encontrarme a través de estas páginas? ¿Si ya no creo en nada, o en casi nada, por qué voy a creer en estos escritos, en un posible significado de lo que en ellos voy reflejando? Escepticismo total y global, siempre seré un extraño a mí mismo al no encontrar ese vínculo con la vida, con las ilusiones, ese oasis en la nada. Como dijo Oscar Wilde: Todos matamos a lo que más queremos. Unos con cruel mirada, otros con palabras cariciosas, los cobardes con el beso de Judas y los valientes con la espada.

Aún me quedan unos minutos más para seguir escribiendo, justo hasta las cinco de la tarde, hora en la que cerraré este cuaderno sin saber a qué me dedicaré después. Seguramente a buscar compañía. Necesito acariciar a alguien, acariciarme a mí mismo a través de otro cuerpo.

48 comentarios:

MARIA dijo...

ME GUSTAN MUCHO ESOS PASEOS DONDE LA MENTE DIVAGA SIN RUMBO.. POR CADA RINCON DEL PAISAJE... Y DE UNO MISMO.. DONDE SENTIMOS ESA LIMPIEZA DEL ALMA... Y ESA SOLEDAD Q AVECES NECESITAMOS Y OTRAS NO...

Javier Luján dijo...

Siempre es gratificante caminar al lado del mar, en esta época del año en la cual los turistas aún no han hecho acto de presencia, afortunamente.
Un beso, maria noel.

Anónimo dijo...

El mar es como el fuego, hipnotiza y atrae, provocando reflexiones.
Saludos, Capitan.

Javier Luján dijo...

A veces, demasiadas, Ivan.
Te invita a perderte en su inmesidad y te hace sentir pequeño, insignificante. Lo que somos, en una palabra.
Un saludo, ivan.

Anónimo dijo...

Me pareció notable como plasmastes y trasmitistes el clima de tu mar y sobretodo de tu cabeza. Dentro de tu nostalgia hay algo efervecente y fértil que es tu escencia. Un abrazo.

La_EsPeCtAdOrA dijo...

capèes!! capès!! el vino barato hace mal.. mejor el wiscky..poi como lo he leido..ud reflexiona aunke delante de una piedra..es tan anticonformista con su destino..q siempre tiene algo q reprocharse inconscientemente..besitos puzzolenti a vino..ma del bueno..jee

Anónimo dijo...

Juraría que en el post anterior había leido algo parecido a esto:

"Ya no creo en el amor y tal vez tampoco en la compañía"

De ahí mi pregunta ¿Tal vez tampoco en la compañía?

¿¿¿¿????

Quizás no lo leí, quizás solo lo imagine, es extraño, pero no infrecuente, siempre me pasan estas cosas...Poltergeist de palabras lo llamo yo :-)

Los paseos por la playa siempre me dan serenidad, me aclaran las ideas, me limpian los rincones oscuros de los recuerdos y las ideas.

Espero que tus paseos te aporten lo que tú precises en estos momentos.

Âme Noire dijo...

A mi me gusta sentarme en el paretón con un jersei grueso. Aún así tengo frío si es invierno, cuando más me gusta ir a oír llorar el mediterráneo. Eso me recuerda que sigo viva, y que el aire todavía me puede cortar la piel a golpes de viento.
Cuando anochece camino por las piedras de la escollera. En la punta de esa hilera de rocas hay algo parecido a un monolito. Nunca he sabido que hace exactamente. Quizá alguna vez fue una veleta, desmembrada por el tiempo. Me escondo a los pies de ese gigante de piedra, con el chubasquero. El agua se me cala en los zapatos, porque estoy justo en el medio del oleaje revuelto.
Cuando la oscuridad es total, vuelvo con un cierto desasosiego por la pasarela resbaladiza de roza húmeda. Siempre tengo la sensación de que, en mi penumbra, tropezaré y caeré al mar. Seré engullida por las olas, en la total tranquilidad de una noche cerrada.
Pero nunca caigo, y el miedo se desvanece. Las horas han pasado sin darme cuenta. Volveré otro día, amigo. El mar no me despide, no le gusta que le deje. Se enfada. Le comprendo.

Es muy malo sentirse solo.

Âme Noire

Javier Luján dijo...

Laura: Pues muchas gracias por tus palabras. Otro abrazo para ti

Javier Luján dijo...

Espectadora: Era un crianza de Somontano, no estaba tan mal acompañado como digo; pero claro, tampoco hago ascos al whiskie.
¿Crees que soy tan anticonformista y que me reprocho las cosas inconscientemente? Anticonformista,sí; pero no me reprocho nada, sólo que me gusta reflexionar sobre ciertas sensaciones y sentimientos.
Besitos inconscientes.
P.S.
¿Qué es puzzolenti?

Javier Luján dijo...

MDM: Sí, que lo dije, lo decía en un comentario. Te escribí otro comentario, ayer, para aclararte ese punto. Disculpa, el que estaba espeso era yo, no era un poltergeits tuyo.
Aquí hay unos sitios inigualables para perderse y pensar. Largas playas de arena y dunas, y en este tiempo bastante solitarias.
Un saludo y gracias por tus palabras.

Javier Luján dijo...

âme noir: Sí, la sensación del viento frío en el rostro hace sentirme vivo. Te imagino en esas noches que relatas y me gusta imaginarte así, pero ten cuidado con ese camino, no me gustaría que desaparecieras, de improviso, en esas aguas que tanto nos gustan a ambos.
Se feliz.
Un beso, âme.

Anónimo dijo...

¿Sabes? uno de mis sueños es vivir cerca del mar, pero muy cerca....

Un abrazo.

La_EsPeCtAdOrA dijo...

puzzolenti = apestosos..en este caso seria con olor a vino..scuse capès..el licor te enreda los idiomas..hic!hic!..besitos boraxitos..

Javier Luján dijo...

eigual: mientras tenemos sueños hay que cumplirlos, después se acaban solos. Osea, que a buscar algún sitio pegaditos a la playa.
Un abrazo.

Javier Luján dijo...

Espectadora: hip...hip..., entonces besitos puzolenti a vino; bueno, a estas horas besitos café con leche.

Anónimo dijo...

Reconozco en tus palabras esas sensaciones.

Ojalá encontraras la compañía que necesitabas, difícil tarea.

Besos

Javier Luján dijo...

Imposible, diría yo, Mavi. Besos también para ti.

NoSurrender dijo...

Está bien que salga a buscar su propia piel en otra, capitán. Yo también lo necesito, pero en cambio me quedo en casa; tristeza está apunto de tocar el timbre.

Yo libo ahora rioja, a sorbos muy, muy lentos. Hoy estoy de “asuntos propios”.

Javier Luján dijo...

Yo hoy no puedo acompañarte en el libar, dentro de unos momentos salgo para el aeropuerto a recoger a una de mis ex. Todas me dejan, pero siguen queriéndome. Debo de ser un gilipollas integral, ¿no?
Esta tarde me uniré a Baco y espero que el timbre no suene, lo desconectaré.
Un abrazo.

Peggy dijo...

me ha sorprendido la frase de que matamos a quien queremos , alguna vez lo pense , y me es grato reconocerla en la literatura ....que suerte tener el mar cerca :) kiss

Javier Luján dijo...

El genial Oscar Wilde tiene frases para todo, Peggy. El mar..., Madredeus tiene una canción que tanto me llena y que se llama, precisamente, "O mar"; si la escuchas, seguramente, te diga muchas más cosas de las que yo te podría decir.
Un beso.

Anónimo dijo...

Matamos lo que más queremos, quizá porque somos exigentes para lo que amamos.

No sé si tu te encuentras en estas páginas, pero si nos haces encontrarte...

Has elegido lo mejor, buscar compañía. Acariciar y que te acaricien...

Un beso, capitán.

El Tipo de la Brocha dijo...

"... acariciarme a mí mismo a través de otro cuerpo".

Yo, en cambio, prefiero librarme de los intermediarios. Donde esté el experto...

Carlos Paredes Leví dijo...

Alguien (no se quién) en algún lado (no se dónde), escribió que sólo se odia lo que antes se amó.

Javier Luján dijo...

Sakkarah, y también lo matamos por no saber conservarlo, por tener una relación con una persona para la que no estamos preparados y, al final, ésto termina defraudando a la otra parte. Lógico. El único consuelo es saber que no es amor derrochado.
¿Sabes una cosa? No ligué, el pueblo estaba muerto. Ya vendrán tiempos mejores.
Un besito, Sakkarah.

Javier Luján dijo...

Tipo de la brocha, vamos que tu eres partidario del "HÁZTELO TÚ MISMO", opción bastante secundada por tanto bloggero. Sí es que hay cada página por ahí suelta...
Ten cuidado con bogdana, esa va a por ti.
Un saludo.

Javier Luján dijo...

Carlos, eso es una gran verdad, igual a esa que dice que del odio al amor sólo hay un paso. Sólo puedes odiar lo que te importa, lo que te afecta, lo que te perturba.
Un saludo.

Mar dijo...

Si es tan sencillo..como cerrar los ojos y dejarse llevar..El ruido de las olas me transporta...me lleva a lugares a los que no quiero volver...

Qué hacer entonces? cortarme las orejas.. o dejar los caracoles en la orilla?

Me apresto a acariciarme una vez más, mientras descifro si es que quiero acariarme realmente o si quiero que me acaricien.

Besitos Capitán.

Javier Luján dijo...

Mar, las dos cosas están muy bien, solo o en compañía. Hay un refrán español que dice: lo cortés no quita lo valiente.
Esta noche cerraré los ojos y escucharé el mar.
Un beso, mar.

Carlos Paredes Leví dijo...

Estimado Capitán; paseas porque quieres encontrar algo o a alguien.
Difícil lo tienes (como todos) porque sólo encuentra aquél que no busca.
Por otra parte, debemos pegar un tajo al cordón umbilical que nos une a la parte más dolorosa de nuestro pasado. Es lo más saludable, y es necesario.

Carlos Paredes Leví dijo...

Me olvídé de decirte: te dejé un comentario en tu texto de 26 de noviembre de 2006. No se si lo has leído pero coincidirás conmigo, en lo verídico del caso (una patología en realidad).

Carlos Paredes Leví dijo...

Antes de retirarme a dormir, y como si las ideas me vinieran a chispazos, quisiera recomendarte, ENCARECIDAMENTE, que leas una maravillosa historia que bajo el título de "El día", del siempre genial Elie Wiesel. El relato, forma parte de una trilogía recogida en un volúmen: "La Noche, El Alba, El Día". Es mi libro favorito y todos los años lo releo.
Puedes encontrarlo creo que en la editorial de Mario Muchnik. Me lo agradecerás.

Vigo dijo...

Si que está concurrida esta orilla. Me preocupé con eso de "cerrar el cuaderno" pero como nadie hacía referencia, entendí que era falsa alarma.
Me hizo gracia lo del uno por ciento restaste... yo creo que estaría encuadrado en estos sólo porque me gusta llevar la contraria a mi vida.

Sibyla dijo...

El que es un solitario lobo de mar, por voluntad propia, se enfrenta a sí mismo con la inmensidad del Océano. A veces con su propio naufragio donde hay que rehacer las velas dañadas, pero sobre todo se enfrenta con la abrumadora inestabilidad que da el estar constantemente flotando sobre un espacio de olas, unas más violentas que otras.

Y esa soledad, paliada temporalmente por efímeras apariciones de sirenas, tan difusas, etéreas y escurridizas como el espejismo de la propia vida.

Me gustó la cita de Oscar Wilde. Aquí dejo otra:

“Hay un pequeño jardín con la hierba larga, lejos de aquí. Allí se pueden ver las grandes estrellas blancas y la luna de cristal. Allí hay un árbol protector y viejo. El jardín de la Muerte.
La muerte debe ser tan hermosa. Descansar en la tierra con la hierba sobre nuestras cabezas y escuchar el silencio. No tener ayer ni mañana. Olvidar el tiempo. Perdonar a la vida. Descansar en paz.”
Oscar Wilde

Para esas noches de insomnio, escucha la canción “Suzanne” de Leonard Cohen.

Un saludo.
El Blog de Sibyla

Eilen dijo...

Miedo a encontrarse con uno mismo, y ganas de acariciarse a uno mismo a otro cuerpo, relato que refleja ganas de reinventarse, de ocultarse bajo una falsa apariencia bajo una identidad inventada o distorsionada para complacernos. Me ha gustado mucho.

Carlos Paredes Leví dijo...

Espero que sigas paseando y escuchando a Gainsbourg (tú ya me entiendes).

Carlos Paredes Leví dijo...

Uno empieza a estar curado cuando deja de leer el horóscopo de su ex en el periódico.

Javier Luján dijo...

Carlos, agradecido por la sugerencia del libro. Te aseguro que no cae en saco roco, lo leeré. No conozco al autor y eso ya de por sí es un aliciente; de todos modos, presiento que tus gustos literarios son afines a los míos.
Un saludo y muchas gracias por todos tus comentarios.

Javier Luján dijo...

VIGO, hola. Lo de cerrar el cuaderno es un modo de decir que he pegado carpetazo a una historia en el blog, que no en mi vida. Por que ahora viene lo más difícil, escribirla.
El uno por cieto restante es lo entretenido de la vida, la sabia que lo sigue moviendo, aunque sea un desastre de movimiento. Brindemos a su vez por ellos.
Un saludo, vigo.

Javier Luján dijo...

Sibyla, la vida es un gran océano donde, en ocasiones, aparecen sirenas para acompañarnos en nuestro viaje eterno hacia quien sabe donde.
Un beso.

Javier Luján dijo...

Eilen, continuamente nos estamos reiventando, aunque sólo sea para poder seguir escribiendo. Me alegro que te gustará, de eso se trata precisamente.
Un abrazo.

Javier Luján dijo...

Jajaja, Carlos, es cierto. Yo, que no creo en la astrología y mucho menos en los horroróscopos impresos, me veía como un imbécil, cosa que debo ser, buscando todos los días Leo para rápidamente trasladarme de un salto hasta Aries. La obsesiones son muy malas, jjajaja.
otro saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

Yo también soy Aries y tampoco creo en la astrología.
Desde que salto las páginas de los horóscopos, me siento mucho mejor y definitivamente, rompí relaciones con los pasajes menos gratos de mi pasado. Entiérrala.

Javier Luján dijo...

mejor la olvido, carlos, que eso de coger el pico y la pala cansa mucho.

Carlos Paredes Leví dijo...

La playa me trae a la mente las elegantes imágenes del vídeo "First we take Manhattan" del gran Leonard Cohen. De mayor, quiero ser como él.

MAR dijo...

ACA DEJO ENTONCES CARIÑITOS PARA TI...YO A VECES TAMBIEN ME SIENTO SOLA, PERO TRATO DE PENSAR EN LO BUENO QUE TENGO Y NO SOLO EN LO QUE ME FALTA.
BESITOS.
MAR

Carlos Paredes Leví dijo...

Hoy, leyendo al gran Vergílio Ferreira, leí lo siguiente (y no pude evitar acordarme de ti, y porque no, de quien era yo hasta hace poco):
"El que sufre porque se ha muerto su amada, únicamente sufre de privación. El que sufre porque una mujer lo ha abandonado, sufre de privación y de vejación, una extraña humillación que no se parece a otras sufridas en circuntancias diferentes".
Yo,un buen día, cuando iba a ducharme, me miré ante el espejo de la mampara y dija: "ya basta", y bastó. Decidí no alimentar más el dolor; que se busque comida por sí mismo.
Un saludo.