15 febrero 2007

Portugal y los fados

Que suerte tenemos de tener un país tan mágico, justo aquí al lado, Portugal. Y lo digo con deleite, Por-tu-gal, arrastrando la sílabas, como en un fado que muere al amanecer de un nuevo día, que despierta cargado con todos los ayeres y con la tristeza de unos corazones que se recogen entre el revoltijos de unas sábanas solitarias, manchadas por la esencia de sus nostalgias, de sus saudades ocultas.

Y en esta hora, Glôria resurge de una canción de Pedro Abrunhosa, entre violines quebrados por una voz desgarrada y el tempo de un guitarra que oscila entre la presencia y la ausencia. Sí, Glôria tiene una voz ronca, profunda, que nace de su propia esencia, de sus propios pensamientos que la mantienen alejada de este canto a la nada. A Glôria, a parte de la poesía le gusta la pintura. Como para no enamorarse de ella. Y yo fui ese estúpido que no se enamoró de ella. Y lo digo con todo el pesar de mi corazón y con toda la certidumbre de quien experimentó, en su persona, esa excepción que confirma la regla; pero soy consciente que en ella vi, por primera vez, la posibilidad de otros brazos que no fueran los de Sonja.

Abramos una vez más nuestros brazos a ese desconocido que nos asalta en nuestra intimidad, tan lejos de las máscaras con que defendemos una identidad cualquiera, diversa. Por qué cada noche, tu y yo, eramos distintos y desconocidos, presentimientos de lo que una vez fuimos. Cada noche era un nuevo descubrirnos, tan próximos y tan lejanos, tan enamorados de otros y tan protegidos de nosotros mismos, que nos sentíamos a salvo de la vida. Tal vez por eso olvidamos el placer, lo apartamos a un lado de la cama. ¿Acaso éramos capaces de soportar un conflicto interno más?

No volveré a rechazar otros brazos que se abran a mí, ni otras piernas que me quieran cobijar en el centro de su ser, porque todo lo demás no son más que palabras que no significan nada, palabras disecadas por la aridez del corazón.

59 comentarios:

El Castor dijo...

Le convenía pero no se enamoró de ella. ¿No envidia esa capacidad de algunos de inventarse el amor, o sea de enamorarse de quién más les conviene? Saludos.

Javier Luján dijo...

Buena pregunta, castor. Más de una vez me inventé el amor y el resultado fue desastroso para ambas partes. Ya no creo mucho en el amor, o nada. Tal vez tampoco en la compañía.
Es un placer tenerte por aquí.

NoSurrender dijo...

la combinación de sexo, cariño, confianza y admiración funciona mucho mejor que eso que llamaron Amor, y que es poco más que una alteración hormonal en las fases de crecimiento de algunos humanos.

¡Loor a la compañía y a la amistad!

Javier Luján dijo...

Estoy de acuerdo contigo nosurrender, pero cada uno en su casa, porque la convivencia es muy mala. Sin duda alguna me quedo con la amistad.
Un saludo.

El Tipo de la Brocha dijo...

¿El amor no es eso que hace que se te salten los botones del pantalón?

Javier Luján dijo...

Jajaja, sí, va íntimamente relacionado, pero que muy íntimamente.
Un saludo, tipo de la brocha.

Laura Otermin dijo...

Al fin de cuentas es una hermosa historia de amor. Real o no, nos hace vibrar. Un beso

Mar dijo...

http://www.mariza.com/index.html

Bsotes Capitán ;)

Valeria dijo...

Es que uno no puede decidir de quien quiere enamorarse... sucede, o no, sin más.

Escuchar fados en directo en Portugal, me emociona. No puedo evitarlo.

Un beso, capitán

La_EsPeCtAdOrA dijo...

No volveré a rechazar otros brazos que se abran a mí, ni otras piernas que me quieran cobijar en el centro de su ser..te llenarà eso Capès?..io pienso q es mejor solo q en mala compañia..por muy buenas q esten las piernas..si no te llena..pos no sirve..besitos reflexivos

Anónimo dijo...

Es tan complicado esto del amor que no sé si es por la hora temprana que me encuentro soy incapaz de recapacitar y dejarte algo coherente. Pero sí que estoy muy de acuerdo en tu forma de "entenderlo".
Los fados me fascinan. Preciosa la imagen.
Abrazos
Ps. Problemas con el servidor de blogia me impiden escribir en mi blog.

Anónimo dijo...

No se puede o no se debe inventar el amor. Yo nunca he sabido estar con quien más me convenía, además de falso siempre me ha parecido muy triste.

Es preferible que de vez en cuando se te salten los botones del pantalón.

Besos

Carlos Paredes Leví dijo...

La grandeza y seducción del fado (también del tango) radica en la estoicidad con la que los personajes aceptan la fatalidad de sus destinos.
Ahora le dejo; voy a servirme un Porto vintage y a escuchar un cd de Misia.
Un saludo

Carlos Paredes Leví dijo...

Un común entre el fado y el tango es que, en ambos, el amor sucumbe ante la vida. Real como ésta misma ¿no le parece?.

Sibyla dijo...

Veo que nuevamente has “pescado” las palabras precisas e idóneas para describir el país vecino. Pero en esencia Lisboa es mi ciudad favorita anclada en el tiempo, serpenteada por esos lentos tranvías destilando nostalgia dormida. El fado, canción-desgarro por excelencia, como se nos oprime el corazón a golpe de tantas saudades. He recordado la canción de Lisboa cantada por Ángela Molina (Autor Moustaki). Saludos

Sibyla www.elblogdesibyla.es.kz

Anónimo dijo...

¿Tal vez tampoco en la compañía?...

Eso es preocupante, si.

Los fados son como nanas para el corazón, al menos a mi me lo parecen.

Precisamente ahora mismo estaba escuchando a Dulce Pontes.

Anónimo dijo...

¿Palabras sólo Capitán? Si sólo fueran palabras, el amor por Sonja, no te imposibilitaría para amar a Gloria...

El amor es misterio.

Un beso.

MARIA dijo...

el amor? q se puede decir del amor.. q es magico.. pero dura poco.. igual yo me quiero enamorar otra vez aunq sea un segundo..

Javier Luján dijo...

Laura Otermin: Tienes mucha razón en eso de que importa que sea realidad o ficción, lo importante es que te haya llegado, que te haya dicho algo.
Mucha gracias por tus palabras, son un gran satisfacción para mí.
Un beso, Laura.

Javier Luján dijo...

Mar: Que bueno el enlace mar, aunque parezca mentira no conocía a Mariza.
Muchos besos y cuidaso con mis avispitas.

Javier Luján dijo...

Valeria: Estuve nueve meses viviendo en Lisboa, con amigos lisboetas, y tuve la gran suerte que me llevaron a oír fados a tabernas fuera del circuito turístico, de esas donde los clientes se contentan de una mesa a otra, a la vieja usanza. Fados do povo, como dicen ellos.
Me enamoré; pero de una ciudad, que es un amor más duradero y más fiel.
Un beso, Valeria.

Javier Luján dijo...

Espectadora: Habrá que arriesgarse, nunca sabes de antemano lo que te va a llenar o no. Desde luego que prefiero estar solo que en mala compañía, es más, estoy solo y muy bien, sin que me importe. Soy libre. ¿Hay algo más importante?
Besitos irreflesivos, espectadora. mua.

Javier Luján dijo...

Calma: Bueno, ya os funciona blogia, que susto, ¿no?
Claro, calma, cada uno tiene unas necesidades concretas de ver las cosas, no significa que unas sean mejores que otras, que unos estemos equivocados y otros no, cada persona es un mundo. De todas formas, me alegro que estés de acuerdo con mi punto de vista, así somos más, jajaja.
¿Es bonito el cartel, verdad?
Un beso, calma.

Javier Luján dijo...

Mavi: No se trata de estar por conveniencia, es más bien un punto de desahogo sexual en el que dos personas adultas estás de antemano de acuerdo en ello.
Otra cosa es que tengas una relación con una persona sin quererla, ya sea por necesidades afectivas, monetarias o de emancipación paterna, que hay casos de esos. En eso yo tampoco estoy de acuerdo, aunque a lo peor alguna vez he caído en ello, más que nada ocasionado por algún lío mental; pero de todo se aprende.
Un beso, mavi.

Javier Luján dijo...

Carlos: Que disfrute de ese Porto -tómase uno por mí, o dos- y de Misia y remátelo -¿quizás?- con Mayte Martin. Y estoy completamente de acuerdo con usted en lo que respecta a que, en ambos, el amor sucumbe ante la vida.
Un saludo, Carlos.

Javier Luján dijo...

Sibyla: Yo también estoy enamorado de Lisboa, como creo que ya te habrás dado sobrada cuenta. Tengo una serie de fotografías sobre tranvías, de ese 28 por ejemplo, por calles majestuosas y por callejuelas llenas de desconchones, producidos por la humedad, por la lluvia y el atlántico, en los muros de las casas, estrechas calles que al pasar por ellas casi te rozan y te pegas instintivamente a esos muros.
Y ese tajo, que parece el oceáno... Qué se yo, existen tantas maravillas que contar sobre esta ciudad que mejor lo dejamos para otra ocasión.
Un saludo, Sibyla.

Javier Luján dijo...

¿Tal vez tampoco en la compañía?...

Eso es preocupante, si.

MDM: Lo de arriba no lo entiendo, no se a que te refieres, lo siento.
Los fados son cantos a la melancolía, a la nostalgia, a todo lo malo que nos sucede, como el vivir -Pessoa debe mucho al fado- y el canto del pueblo, de las cosas cotidianas de la vida; pero sí, a mí me aquieta también el alma. Es una nana espiritual.
Que buena la "Cançao do mar", de Dulce. Tienes buen gusto.
Un saludo.

Javier Luján dijo...

Sakkarah: Hey, guapetona, estaba preocupado por ti; para serte franco veía tu blog en globo más que en blogia, menos mal que todo, o casí todo, se ha arreglado. Me alegro un montón.
No sé, Sakkarah, dicen por ahí que el amor es un trastorno mental transitorio; pero mientras estamos enfermos realmente es hermoso, no apetece sanar. Claro que es misterio, el mayor, pura alquimía.
Pero, SCHHHHTT, calla, no me desmorones la máscara con lo de sonja y glôria, todo es ficción, pero no se lo digas a nadie.
Un besito, Sakkarah y que estoy deseando volverte a leer, que lo sepas, pecadooooora.

Javier Luján dijo...

Maria Noel: lo mejor del amor es, quizá, que cada uno lo siente de una manera distinta, por eso es mágico, lo sentimos mágico,y para cada persona que amamos es único. ¿La duración?, eso es lo que me preocupa, eso es lo que me duele y lo que me ha dolido. ¿Por un segundo merece la pena meses y meses de no ser, de no sentir? Pues tal vez sí, hay veces que sí. Maldita sea.
Un beso.

Javier Luján dijo...

MDM: Ya entiendo lo que antes no entendía, te refieres a ese: tal vez tampoco en la compañía, en la respuesta al comentario de el castor.
Aja, es que con el roce llega el cariño y cuando te quieres dar cuenta has caído en tu propia trampa. En la compañía de los amigos y amigas claro que creo; pero cuando existe la más míma atracción sexual...

Anónimo dijo...

Cada vez que leo sus posts sobre Lisboa me corroe una envidia que no por sana corroe menos. Piense que no mucha gente osa hacer lo que usted hizo: reinventarse en una ciudad extraña. Aunque para eso no hay ciudad mejor que Lisboa: extraña pero cercana, amable pero misteriosa, precaria pero encantadora. Un saludo

Javier Luján dijo...

HenryKiller, una gran ciudad sin duda, como tú muy bien reflejastes en el post de tu blog, Tópico de Cáncer.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Me ha Encantado lo que has escrito.
Gracias por visitarme y darme el más dulce de los desayunos que he tomado en mucho tiempo.
Sé que no aporto nada con este comentario. Pero estoy que ando por la vida como si lo hubiera dado todo últimamente y no hubiera dado nada...

Yo hoy tenía... o ayer... o el lunes... que estar viéndome con un amigo... para follar sí, lo que llevamos posponiendo más de 20 años...

El tiempo consume cruelmente nuestro Deseo. Se pierden tranvías por dejarlos pasar. Ya he leído lo de tu colección de fotografías... yo tuve una, que encontré para hablar de un Desconocido de Ojos azules... te confieso algo... no quiero hacerme demasiadas ilusiones porque tal vez sea el mismo hombre del que me Enamoré en diciembre... si es Él tú estarás en lo cierto y dirías lo mismo que dijo ese amigo con el que seguiré posponiendo lo nuestro porque no me apete, no puedo desear a nadie más y es la primera vez que me ocurre... Yo siempre he podido, desde muy jovencita separar el cuerpo del alma... Pero me está costando mucho trabajo hacerlo.

Sí que follo porque el cuerpo... pero con alguien con el que he seguido follando estos 20 años... alguien que también me quiere, como el pospuesto... pero a quien yo no puedo querer... ni siquiera ya a su manera...

No sé, qué diablos, que no hables de mi 'esperanza' allí y yo te la susurro por aquí :)

Un besazo :)))
Los tíos como tú soleis tener muy buen ojo. Que una de eso entiende un rato ;)

Anónimo dijo...

Se pierden tranvías y se toman otros mientras se puede... como en tu Lisboa... me imagino...

Bonitos nombres Gloria y Sonja...

Javier Luján dijo...

Así es Kasandra, así es, como en mí Lisboa, aunque algunas veces duela aceptarlo o no puedas comprenderlo. Siempre habrá un tranvía para subirnos a él, aunque sea a la carrera.
Nuestro ya comentado Cioran dice, con esa puta puntería suya: "Nuestra misión es realizar la mentira que encarnamos, lograr no ser más que una ilusión agotada".
Qué puede importar todo lo demás. A mí nada.
Bueno, al menos te endulce el desayuno.
Un beso.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lisboa es un sentimiento, algo más que un lugar físico y un sitio recurrente.
En esa ciudad cargada de promesas, incomparable como marco para reparar averías emocionales. Al pasear por las calles se tiene las sensación que son conocidas y a la vez nos presentan facetas nuevas cada vez. Con el espíritu de Pessoa paseándose por la Baixa (acaso rondando el Martinho de Arcada)una sensación metafísica se instala en nosotros, confiriéndonos la capacidad de ver las cosas desde un prisma diferente al habitual; un ánimo filosófico parecido al que nos asalta cuando salimos de un cementerio, pero que no nos abandona durante toda nuestra estancia.
Por eso, y por más, que no se explicar, retorno cada año a una ciudad que me es fiel y que en cada ocasión me otorga más sin pedir nada a cambio. Al contrario que en el amor, donde lo que empieza bien, termina mal, el flechazo inicial por Lisboa, progresa hasta la pasión desmedida.
Ahora me voy a tomar otra copa de Porto Vintage y escuchar una preciosa canción de Madredeus titulada "Fado das Dúvidas" (exaltación de lo que pudo ser y no fue, la amargura de esa frustración y la necesidad de continuar con nuestras vidas o, en su defecto, con algo parecido).
Adeus.

Javier Luján dijo...

Carlos, a eso, fui precisamente, a reparar una avería emocional. O a escapar de una presencia que me dolía demasiado, que para el caso es lo mismo. Tuve un buen aliado, las viejas tabernas y esa maravillosa absenta de color verde esperanza o desesperanza.
Desde un primer momento la ciudad me cautivo, así como su gente, por qué que otra cosa es conocer una ciudad sino conocer el corazón de sus habitantes.
Sitios,todos. Cada uno de sus rincones es especial. ¿Conoce Ponto Final", al final del espigón de Casilhas, hacia el puente. Desde éste lugar he visto los atardeceres más hermosos y también los más tristes, acompañado por una botella de Casals Garcia. Alfama, el Chiado, Sintra.
Yo hace ya algunos años que no he vuelto, pero estoy deseando hacerlo; pero sigo disfrutádola en el recuerdo.
Un saludo.

Carlos Paredes Leví dijo...

No deja de ser sorprendente que, dada la cercanía, Lisboa continúe siendo una gran desconocida para muchos españoles. Sin embargo, también es cierto, que Lisboa no puede ser conocida a destiempo, que no es lo mismo que visitada en cualquier momento.

Carlos Paredes Leví dijo...

Con respecto a lo expresado por VALERIA, es cierto que uno elige con quién, pero, no lo es menos, que el amor sólo es irracional en orígen. Después, la vida se pone celosa y envía a ese lacayo suyo llamado Pragmatismo a que lo derrote. Lo más triste, es que siempre lo logra.

Javier Luján dijo...

Tiene mucha razón, Carlos, sigue siendo una gran desconocida para muchos españoles, quizá, por ese sentimiento se superioridad que he observado en muchos de éstos y sobre todo en los madrileños, y soy madrileño, que conste.
Cada sitio tiene su momento, desde, luego, el mío quiero creer que era el apropiado para que no se quedara en mera visita turística. También es cierto que tuve muy buenos guías, entre ellos un español de A Coruña, Marco. Sin ellos no hubiera paseado tanto, y ya sabe, hubiera escuchado demasiado Gainsbourg, aunque me encanta.
Otro saludo.

Javier Luján dijo...

Carlos, a mí, al menos, siempre me ha hecho morder el polvo. Ya no confio.
Curiosamente, como en el post, ha surguido aleatoriamente, entre más de 12000 canciones, Pedro Abrunhosa e Bandemónio, con "Intimidade". Es lo que tiene Lisboa, ese toque de magia que hechiza.

Damián Carrillo dijo...

Capitan: Una sugerencia. La frase final, debe decir: No volveré a rechazar otras piernas que se abran a mí, ni otras brazos que me quieran cobijar.
Un abrazo.
Damian

Carlos Paredes Leví dijo...

Con tu permiso, tomado por anticipado y espero no lo consideres un abuso, paso a esciribr la letra de "Fado das Dúvidas":

SE JÁ NÂO LEMBRAS COMO FOI
SE JÁ ESQUECESTE O MEU AMOR
O AMOR QUE DEI E QUE TIREI
NÂO QUERIA LAMENTAR DEPOIS

MAS UMA COISA É CERTA EU SEI
NÂO TIVE NUNCA AMOR MAIOR

E AINDA VIVO O QUE TE DEI
AINDA SEI QUANTO TE AMEI
AINDA DESEJO O TEU AMOR

NÂO TENHO ESPERANÇA DE TE VER
NÂ0 SEI AMOR ONDE ANDARÁS
PERGUNTO A TODO O QUE TE VÊ
E NUNCA SEI COMO É QUE ESTÁS

AGORA DIZ-ME O QUE FAREI
COM A LEMBRANÇA DESTE AMOR

DIZ-ME TU, QUE EU NUNCA SEI
SE VOLTAREI OU NÂO PARA TI
SE AINDA QUERO O QUE SONHEI

* Quien lo escuche, y haya padecido, aunque sufrido un desamor y abandono, comprenderá, realmente, lo que la canción quiere decir.
* una preguntita: ¿te gusta el tango?.

Javier Luján dijo...

Damian:
Jajajaja, que malo eres; que me crucifica el frente atlético. Al final viene a ser la misma cosa, pero he de reconocer, que como tu lo dices suena mejor, tiene más fuerza.
Un abrazo para ti también, Damian. Y Leaving Las Vegas, que peliculón y que librazo.

Javier Luján dijo...

Carlos, ese fado creo que lo hicieron pensando en mí, así es como me sentía en esa época de Lisboa; y aún hoy en día resurge , esporádicamente, de refilón, atacando por el costado izquierdo, a la altura del pecho, ese mismo sentimiento y me hago esas mismas preguntas.
Algunos tangos me gustan; pero digamos que no he escuchado los suficientes como para decir que me apasionan.
En cambio, también aleatoriamente, escucho a Amália Rodrigues en este instante.

Carlos Paredes Leví dijo...

No eres el único al que le pasó algo similar, y nunca volvemos a ser los mismos.

Javier Luján dijo...

Cierto, pero quizá se aprenda a sentir de otra manera, a ver de otro modo. Ya que nos jodimos, vamos a sacar el lado positivo, ¿no? Si es que hay algo positivo en todo ello.

Carlos Paredes Leví dijo...

En mi texto "Unas tetas", que la Muchacha Dorada tuvo la gentileza de colgar en su blog, háces un escueto comentario: Escalofriante.
No lo he entendido. ¿A qué te refieres exactamente? ¿a lo escrito? ¿a la foto?.

Carlos Paredes Leví dijo...

¿No os llama la atención la fijación que tienen las mujeres de poner fotos de otras, que no son ellas, desnudas en sus blogs?.
Estoy dándole vueltas al asunto.

Javier Luján dijo...

A la foto Carlos, el metal en contacto con la piel me produce escalofríos. Me hiere visualmente.

Carlos Paredes Leví dijo...

Lo sospechaba. A mí también me daría escalofrío que tocaran mi piel desnuda con algo metálico.
Ahora te dejo que se me hace tarde para suicidarme.
Hasta mañana.

Javier Luján dijo...

El texto me parece de lo más lúcido.
Ha sido todo un placer este pequeño diálogo contigo, Carlos, espero que se repita en otra ocasión.

Javier Luján dijo...

Entonces, escuchemos a Serge Gainsbourg.

Carlos Paredes Leví dijo...

Acabo de leer tus dos comentarios mientras buscaba las pastillas. Sí, supongo que seguiremos con el diálogo y escuchando a Gainsbourg. Entre otras cosas porque, por más que busco, no las encuentro.

Javier Luján dijo...

Sí, por que para pasear no hace una noche muy allá, Carlos.

Carlos Paredes Leví dijo...

Al final, se me hizo tarde para el suicidio. Parezco un funcionario, dejándolo todo para el día siguiente.
Buenas noches.

Carlos Paredes Leví dijo...

Cantaba el gran Calamaro con enorme sabiduría: "Hay que ser hombre para olvidar a una mujer, si no hay otra igual".

Carlos Paredes Leví dijo...

No es casual que uno de los más célebres guitarristas portugueses del siglo XX y yo, nos llamemos igual.
¿Has escuchado algo de él?. Si no lo has hecho, intenta escuchar "Cançâo verdes anos". Se qué te va a gustar.

Javier Luján dijo...

La casualidad, que extraña palabra.
La canción me encanta, es una de mis favoritas.
Un saludo, Carlos.