06 noviembre 2006

Mirando a cualquier lugar

Nighthawks, Edward Hopper
He pasado muchas noches sentado en la barra de un bar tratando encontrar un poco de calma interior, escuchando canciones que nunca más he vuelto a escuchar y embriagándome, con esa serena frialdad de un profesional del tedio, mirando a cualquier lugar, con esa mirada perdida de quien permanece muy dentro de sí, ausente de todo lo exterior, por qué siempre termina entendiendo que por muy acompañado que se esté nunca se dejará de estar solo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hopper!, uno de mis pintores favoritos. El pintor de soledades. Íntimo en la ciudad y luminoso en el campo. Muy buena ilustración para el post, Capitán.
un saludo

Enttropia dijo...

Hombre con el corazón roto y la mirada perdida en el fondo de un vaso de whisky... ¿Eres tú de verdad o el personaje? ¿hasta dónde duele y hasta dónde dejamos que nos duela?

Todos hemos de pasar las fases del duelo cuando la soledad nos golpea, la pena, la rabia, hemos de vivirla, pero no son eternas, no tienen por qué enquistarse en nuestro interior.

Galahan dijo...

Opino exáctamente igual que Enttropia.

Yo siempre he pensado en esas noches en la barra de un bar, al leerlo te diría que pensé: "sí, conozco esas noches, muchacho". Así, con voz Bogart. Y luego, pensando pensando... pues la verdad es que nunca las tuve. Por lo menos, no en un bar, jeje!
En fin, ánimo, Capitán.
No te amerluces.

(La bara de la risa!! Festival del humor!)

Javier Luján dijo...

Os remito a enttropia, que difícil, y a ti, galahan, a mi próximo post, en el cual se incluirá una entrevista a Alfredo Bryce Echenique en la cúal separa la realidad de la ficción, aunque reconociendo que le gusta escribir sobre lo que ha vivido. Yo sólo puedo decir que me encuentro perfectamente, casi rozando la felicidad, jaja..., título de unos de los cuentos de dicho autor.
Un saludo a todos vosotros, pocos pero que me gustan.

Anónimo dijo...

Leyendo tu relato, y desde la ventaja que te conozco personalmente esas noches que describes, me resulta muy curioso el ser humano, nuestro comportamiento, es curioso como cada uno somos capaces de ver y tener una opinion sobre una pelicula que vemos, porque al fin y al cabo que es la vida de un ser humano sino un pelicula?
Bueno, yo tambien quiero exponer mi opinión acerca de tu relato... jejeje, no te preocupes, sabes que aunque nuestra relaccion siempre fue tormentosa, no considero que la culpa la tuvieras tu, sino lo dos.
Mi opinion te la dare no solo de este, sino de mas o menos en general de todos los relatos,
Creo que esas noche tan bohemias son tu sueño, tu personaje favorito, él que tu siempre eres feliz cada vez que te ves en él, y como buen bohemio necesita su musa, como muchos escritores bohemios anteriores a ti, y como tal necesidad, ella, es tu musa perfecta.
Una musa siempre inalcanzable, siempe perfecta en tu memoria, siempre con un cuerpo joven y atrayente,... porque si tenía algún defecto...¿A quien le importa o quien lo recuerda ahora?
Siempre me ha gustado como escribes, aunque como siempre... No comparto tus visiones.
Suerte y que seas feliz
Chus

Javier Luján dijo...

Lógico, Mª Jesús, si compartieras mis visiones nunca habrías estado conmigo. Muchas veces ni yo mismo comparto mis propias visiones, ni mis anhelos, ni mis pesadillas. Hay una parte de nosotros que permanece escondida, agazapada en nuestro interior y que de vez en cuando sale a dar una vuelta por ahí, imprevisiblemente y que nos hace dar un giro total a nuestra vida. Me alegro que te des una vuelta por estas páginas, para poder comprobar que sigo siendo tan gilipollas como un antes.
Un beso y después me invitas a un "mai" de maria, ¿vale?